martes, 7 de julio de 2015

Las Nuevas Tecnologías para la Movilización Social


Jairo Garzón Montaño
Opinión
Las nuevas tecnologías han probado ser herramientas eficientes para solucionar problemas de nuestra vida diaria. Quién de nosotros no ha utilizado una aplicación para georreferenciarse y encontrar una dirección, los CFEMáticos nos facilitan el pago del servicio de luz y los kioscos digitales rápidamente nos imprimen una reposición de nuestra acta de nacimiento, estos casos exitosos, tienen en común la característica de disminuir tiempos y costos, además de mejorar significativamente el servicio.


Ahora imagínense que desde su teléfono puedan pedir un auto, conocer el historial del conductor, elegir el automóvil y saber el precio del viaje, estos son los servicios que ofrecen compañías como Uber y Cabify –entre otras- en las principales ciudades metropolitanas del país. Es importante mencionar que el público que atiende aún es pequeño debido a los prerrequisitos del servicio como el registro de un celular y tarjeta de crédito.

Quienes utilizamos este servicio, hemos constatado que dista del servicio tradicional de taxis en comodidad, seguridad y precio. Basta mencionar que el chofer antes de que abordemos el automóvil ya tiene planeada la ruta de nuestro destino, podemos sincronizar nuestro playlist de Spotify al carro para escuchar nuestra  propia música y el recibo electrónico que llega en tiempo real a nuestro correo, indica fecha, ubicación de inicio y final del viaje, horario de inicio y final, kilómetros recorridos, desglose de la tarifa, foto y nombre del conductor.

La industria de redes de servicio de transporte vía internet, representan una alternativa para desplazarse por la ciudad sin la necesidad de portar efectivo, su utilización disminuye la carga de automóviles y hace más eficiente el desplazamiento, sin embargo es un servicio que aún no está normado por la legislación vigente. Ante ello, gobierno y sociedad debemos analizar cómo mejorar la regulación del servicio tradicional de taxis e incluir en el marco normativo nuevas modalidades de servicio, apremia que las autoridades definan sus condiciones de operación, movilidad y tarifas para garantizar un servicio de calidad a los usuarios. 

En relación al tema funcionarios, especialistas y organizaciones del transporte, coincidimos en que el Congreso de la Unión, tiene que regular este servicio a través de un marco regulatorio moderno que propicie competencia justa entre oferentes. Dicho marco normativo tiene que tutelar elementos indispensables como protección y seguridad, certificación de los conductores, antecedentes penales y obligatoriedad de contar con un seguro de cobertura amplia.

De manera transversal se tienen que instrumentar políticas de impulso, fomento y promoción para que los permisionarios de taxis ya establecidos tengan beneficios fiscales y administrativos, acceso créditos con tases preferenciales para la renovación de sus unidades y derecho sociales como vivienda, salud y educación. En síntesis, las diversas formas de transporte público y privado, deben adaptarse al contexto actual, la cual está marcada por la incorporación de las nuevas tecnologías a nuestra vida diaria y potencializar sus ventajas para la prestación de un mejor servicio.

Aunque en el estado de Oaxaca aún no existen las condiciones políticas y económicas para la implementación de estas redes de transporte, debemos aprender de los casos exitosos y fallidos para que llegado el momento tomemos como usuarios la mejor decisión, ya que seremos nosotros quienes optemos entre utilizar un taxi tradicional o un servicio de la red de transporte vía Internet.

Se trata de democratizar el desarrollo, para que los oaxaqueños podamos acceder a nuevos mecanismos de movilización o desplazamiento, es el momento de adaptarse a los avances tecnológicos o claudicar en el sueño de los justos.


Twitter:@jairogarzonm 

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