“La grandeza de una nación y su progreso
moral pueden ser juzgados por la forma en que son tratados sus animales” -
Mahatma Gandhi-. Hace unos meses compartí con
ustedes algunas reflexiones sobre lo importante que es combatir, denunciar e
inhibir el maltrato animal. Asimismo, hice un merecido reconocimiento a quienes
dedican su tiempo, esfuerzo e incluso recursos económicos para rescatar,
atender y devolverle la esperanza a nuestros amigos peludos en situación de
calle o abandono (perros y gatos).
En este sentido, hoy reconozco a las
personas que además, decidieron estudiar una carrera que les permitiera contar
con las herramientas y conocimientos para prevenir, diagnosticar y tratar las
enfermedades de los animales (domésticos, salvajes o de producción), los
Veterinarios -profesionales en el cuidado de la salud de los animales-. Al
respecto, el 17 de agosto celebramos el “Día del Médico Veterinario Zootecnista
en México”, día que no puede pasar inadvertido y que nos convoca a redoblar
esfuerzos en el combate al maltrato animal, comenzando por nuestro entorno.
Sobre el particular, es oportuno señalar
que para ser Veterinario, no solo se requiere de la disciplina, trabajo y
constancia que toda carrera profesional exige, sino que además es
imprescindible contar con gran sensibilidad, pasión y convicción, elementos
esenciales para concluir esta formación que por sus características es multidisciplinaria,
pues aborda diversas ciencias del conocimiento, como son: química, biología,
matemáticas, entre otras.
De acuerdo con cifras del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al segundo trimestre de 2015, hay
37 mil 465 personas que ejercen esta noble profesión en nuestro país (70%
hombres y 30% mujeres), por otro lado, su promedio de edad es de 41.2 años, sus
escolaridad promedio es de 16.5 años, laboran alrededor de 45.1 horas a la
semana y su ingreso por hora trabajada es aproximadamente de 48.5 pesos.
Aunado a lo anterior, el propio
instituto señala que el 43.7% son trabajadores por su propia cuenta, 34.3% son
trabajadores subordinados, 20.5% empleadores y 1.6% son trabajadores no
remunerados. Los números nos permiten tener una visión del panorama que
enfrentan las personas que forman parte de este gremio, y a partir de éste
generar conciencia sobre la importancia que tienen para nuestra sociedad.
En consecuencia, reafirmo mi
reconocimiento y admiración para los Veterinarios con principios, pues junto a
las personas que brindan un hogar y cuidados a aquellos perros que de manera
injusta han sufrido abandono, maltratos e innumerables abusos, hacen de esta
una mejor sociedad, una con valores más sólidos, empatía y solidaridad.
Además de la importancia intrínseca de
esta noble profesión, como bien lo señala Albert Schweitzer (premio Nobel de la
Paz en 1952), "cualquiera que esté acostumbrado a menospreciar la vida de
cualquier ser viviente está en peligro de menospreciar también la vida
humana", por ello hago el llamado a que se conduzcan de manera ejemplar y
que continúen poniendo en alto su profesión, la cual respeto profundamente.
¡Felicidades!
Twitter: @sls1103.
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