Salvador López
Santiago
Opinión
En
las últimas décadas uno de los fenómenos con mayor impacto dentro de la
economía de las familias mexicanas es el sobreendeudamiento, problema que por
su naturaleza afecta tanto a los acreditados y agentes, como a las
instituciones microfinancieras. Este tema me parece de vital importancia en
virtud de que durante las fiestas decembrinas es usual incurrir en prácticas de
este tipo, de ahí la necesidad de reflexionar acerca del mismo.
Aunque
tradicionalmente el objeto de las microfinanzas se ha planteado desde dos
enfoques –teórico, crédito y ahorro-, y -práctico, encaminado a erradicar la
pobreza-, debido a constantes cambios sociales y económicos, diversos autores
señalan que evitar el sobreendeudamiento es un nuevo objeto que tiene finalidad
inhibir la insolvencia económica.
Para
comprender los alcances y efectos del tema, vemos que en términos generales el
sobreendeudamiento surge cuando una persona adquiere más deudas de las que pude
pagar, es decir, sus ingresos no son suficientes para cubrir los compromisos
derivados de créditos con instituciones financieras formales o no formales. En
consecuencia, el pago de la deuda del acreditado comienza a consumir parte
desproporcional de los recursos disponibles, lo cual deriva en atrasos e
incremento en el costo del crédito
contratado ya que se generan gastos de cobranza e intereses moratorios.
Aunado
a lo anterior, la mayoría de las instituciones microfinancieras se limitan a
otorgar los créditos con base a los lineamientos internos sin considerar las necesidades
de los acreditados. Asimismo, es común que una persona solicite más de un
crédito ya que el monto que le fue otorgado no le es suficiente para su
proyecto, situación que en la mayoría de las ocasiones, como se ha expuesto,
representa un factor por excelencia para propiciar el sobreendeudamiento.
Sin
duda, en nuestro país el problema de sobreendeudamiento es creciente, prueba de
ello son los altos índices de morosidad, los excesivos beneficios de las
instituciones microfinancieras y las altas tasas de interés en el mercado, que
en la mayoría de las ocasiones vulneran a la población de bajos recursos. Por
ello es fundamental que en esta época del año nos abstengamos de contraer
deudas que eventualmente no podremos pagar, mucho menos si la adquisición de
nuevas obligaciones es a partir de expectativas inciertas o simples anhelos.
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@sls1103.
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