José Ojeda Bustamante
Opinión
En
esencia, tuiter es una herramienta para informar novedades. Y pese a lo
esporádico que puede ser un Trending Topic, quizá por el propio
dinamismo que le caracteriza a esta Red Social, se ha convertido en todo un
reto para las instituciones públicas y privadas.
Es
por ello que para algunos es un auténtico dolor de cabeza, mientras que para
otros, es en potencia, un canal gratuito y masivo, capaz de llegar a miles de
conciencias en tiempo real.
México
no queda fuera de este contexto, pues es considerado uno de los países con
mayor número de usuarios a nivel mundial, con la nada despreciable cantidad de
poco más de 10 millones de usuarios (cifra que va en constante ascenso).
En
cuestión de exposición mediática, se señala que más del 60% de sus usuarios,
afirman ocupar esta red para cuestiones que combinan situaciones personales y
profesionales. Y por el perfil de dichos usuarios, se ha convertido en la red
favorita del “círculo rojo”; un constructor importante de opinión pública y/o
publicada; y es igualmente importante, porque actores públicos y sociedad en
general, lo ubican como un potencial catalizador de inputs dentro de los
sistemas y subsistemas políticos.
Son
140 caracteres con los que se puede emitir un “tuit”, suficientes para que las
organizaciones públicas diriman asuntos que en el pasado les ocuparían planas
completas. Se ha llegado al grado de convertir a esta red social en un elemento
fundamental de la comunicación institucional. Lo anterior, visto desde una
relación cascade-down en la construcción de opinión pública y de la agenda
setting, que corresponde a la agenda institucional.
Podemos
decir que la importancia de “tuitear” (verbo reconocido y aceptado por la Real
Academia de la Lengua Española) estriba en comunicar de manera eficiente y
eficaz “la novedad” y que mediante un uso profesional, se abate “lo
sensacional” que puede surgir de la coyuntura.
A
pesar de que, en apariencia tuiter se trata de una tarea de fácil conducción,
lo cierto es que se ha vuelto tan complejo su manejo, como el de todas las
redes sociales en general, que hoy en día, existen las denominadas “profesiones
2.0”, que buscan un aprovechamiento de las bondades de estas redes.
Dicho
sea de paso, no son despreciables los sueldos de estos profesionales, tanto en
la iniciativa privada como en el sector público.
Finalizo
comentándoles que por las razones anteriores, es importante que las
instituciones comprendan el reto que implica tuiter y su adhesión a la propia
dinámica social.
Ojeda Bustamante - Twitter: @ojedapepe
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