Jairo Garzón Montaño
No tengo duda de que Miguel de Cervantes Saavedra, es uno de los escritores de mayor relevancia literaria dentro de las letras del idioma español. Sus obras, no sólo marcaron y dieron rumbo a la novela moderna, sino que además, ha sido y seguirá siendo un referente de la literatura universal.
Como mexicanos de bien y ciudadanos del mundo, no podemos dejar pasar el 400 aniversario de su fallecimiento, sin recordar sus obras como “Viaje del Parnaso”, “Novelas ejemplares” y “Ocho comedias y ocho entremeses”, escritos que reflejan, sin duda alguna, la sátira y la tragicomedia con que veía la vida Cervantes, es decir, estos documentos representan una crítica a la forma de vida de esos tiempos.
Sin embargo, la aportación de Miguel de Cervantes Saavedra no podría imaginarse sin el “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”, publicada en 1605 y, reeditada, traducida y calificada como la primera novela moderna en nuestro idioma.
Para dimensionar la trascendencia de Cervantes y sus obras, basta decir que ha sido inspiración para otros ensayos, como la “Vida de Don Quijote y Sancho” de Miguel de Unamuno, y “La ruta de Don Quijote”, de Azorín, así como ejemplo para otros escritores de la talla de Shakespeare y Jorge Luis Borges.
400 años han transcurrido desde su muerte, por lo que es el momento adecuado de recordar su obra, reconocer el valor de su contribución literaria y legado para la literatura universal y desde luego para la mexicana. A pesar del tiempo transcurrido, la vigencia de Cervantes es imparable entre el mundo lector.
Frente a este contexto, estoy convencido de que el mejor homenaje que podemos hacerle a Don Miguel de Cervantes Saavedra, es recordar su vida y obra en todas plazas públicas, teatros, escuelas, festivales de literatura y círculos de debate del país, esto para preservar su lucha y legado.
El cuarto centenario del fallecimiento del soldado de Lepanto, comisario de abastos en Sevilla y observador en los caminos de la mancha, debe ser motivo suficiente para hacer del Quijote un texto de lectura obligada en los espacios educativos del país, en virtud de la trascendencia que tiene en la historia de las civilizaciones de habla hispana y del mundo.
El padre de la novela moderna, fue capaz de idear obras de indiscutible valor para las letras universales, por ello, la obra de Cervantes está viva y presente en nuestro lenguaje, en nuestra escritura y en nuestra cosmovisión de ver el mundo.
Cervantes, Don Quijote y la literatura Mexicana
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