Estoy convencido de que el acceso a la salud, reconocido en la Constitución Federal, es uno de los derechos humanos más importantes en virtud de que resulta vital para desarrollar cualquier tipo de actividad. Garantizar su pleno ejercicio, constituye un reto de dimensiones mayúsculas debido a que existen múltiples padecimientos por los cuales se estigmatiza y discrimina a la población, un ejemplo es el relativo a los trastornos de déficit de atención.
En este orden de ideas, me parece de suma relevancia que las diferentes instancias de salud en nuestro país, fortalezcan y amplíen sus estrategias para brindar el servicio de diagnóstico oportuno de los trastornos de déficit de atención en sus tres tipos: inatento, hiperactivo-impulsivo y combinado. De esta manera, será posible que haya mayor oportunidad de prevenir o en su caso, atenuar múltiples y graves consecuencias en la salud.
Para dimensionar la urgencia de esta problemática, basta mencionar que de acuerdo con diversos estudios especializados, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, no puede explicarse por una sola causa, sino que más bien obedece a una serie de condiciones genéticas y factores ambientales. Aunque son diversas, sus consecuencias más comunes son una marcada falta de atención y de continuidad en las tareas.
Entre los principales factores que provocan trastornos de déficit de atención, están los siguientes: el nacimiento prematuro, la reducción mantenida del flujo sanguíneo cerebral, el bajo peso al nacimiento y el consumo de tabaco o alcohol durante el embarazo. Además, debo precisar que la posibilidad de que se presenten casos de esta naturaleza, se incrementa de manera considerable cuando hay antecedentes familiares.
Las últimas consideraciones, se agravan aún más si tenemos en cuenta que en nuestro país, de cada 100 niños sobresalientes, 95 se desconoce que lo son y los confunden con hiperactivos o con déficit de atención. En consecuencia, es imperativo que en el corto o mediano plazo, las personas con trastornos de déficit de atención en México cuenten con tratamientos multidisciplinarios, eficaces y efectivos, en síntesis, deben ser integrales para que las personas que lo padecen, puedan desarrollarse de manera plena.
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Trastornos de déficit de atención: Un reto en el acceso a la salud
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