miércoles, 12 de agosto de 2015
Alejandro Vera Guzmán revive música tradicional de la Mixteca
Hugo Pacheco
El célebre artesano, Alejandro de Jesús Vera Guzmán, conocido por su creatividad inagotable en la elaboración de máscaras de diablos y nahuales, este año decidió incursionar en el mundo de la música, estrenando su álbum titulado “Alejandro Vera Guzmán y su Fandango Mixteco”, que contiene nueve piezas de música tradicional.
Según el artista, famoso por haber elaborado la representación del Nacimiento en 2014, expuesta en la Ciudad del Vaticano (Italia), ha trabajado en este material discográfico desde el 2005, cuando comenzó a integrar a su banda, compuesta por sus hijos, sobrinos y por su hermano.
En entrevista, expresó que mediante la armonía entre su violín, la trompeta, el bajo quinto y el saxofón, su álbum pretende transmitir “el verdadero estilo tradicional de Santiago Juxtlahuaca”, municipio de donde es originario y en que se crearon las canciones durante un proceso de investigación realizado en los pueblos aledaños.
Ya que según explicó, actualmente los ritmos tradicionales se han ido transformando, dada la influencia de estilos contemporáneos, “por ello nosotros queremos revivir la cultura musical originaria. Nuestra orquesta no es como la de los grandes salones de baile de la Mixteca, sino una orquesta disfrutada por campesinos, indígenas y compuesta por músicos tradicionales”.
Tal cualidad, aunada al amor que el maestro Guzmán y su familia sienten por sus raíces musicales, le imprime un significado más profundo a su música, pensada y compuesta desde su estudio, cubierto de aromas de sabino y máscaras de diablos, que llevaron a la fama a este mixteco cuyo tesón por difundir la cultura de su pueblo es interminable.
El primer contacto de Vera Guzmán con la música se remonta a su adolescencia, cuando en 1978 grababa la música que tocaban en las calles de Juxtlahuaca, para luego reproducirla en su hogar y danzar junto con sus hermanos. Hoy, tres décadas más tarde, combatiendo la poca difusión cultural y apoyo de los gobernantes, el maestro toca con el corazón en este álbum que recorre las fibras más intensas de cualquier alma mixteca, ya que como él comenta, “a la Mixteca siempre la han relacionado con la tristeza y pobreza, y tal vez si lo estemos, pero la verdadera riqueza se lleva en el corazón”.
Cabe señalar que Alejandro de Jesús Vera Guzmán talló su primera máscara de diablo en 1984 y en 1991, a los veinte años, ganó el primer lugar a nivel nacional por su trabajo escultórico.
El 10 de diciembre del año pasado estrechó la mano del Papa Francisco, a quien obsequió un Cristo que viajó desde Juxtlahuaca hasta la sede de la iglesia católica en Roma, Italia. Pero tal vida llena de logros ha sido para el maestro una vida de sacrificios y lucha constante.
Por lo cual, invitó a los jóvenes mixtecos a preservar en todo momento su cultura y evitar menospreciar a los indígenas, para extinguir el malinchismo y racismo que predomina no sólo en Oaxaca sino en todo el país.
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