Antes de llegar al grupo, deje de comer, no me daban ganas de bañarme, tenía mucho miedo a morirme, empecé a sentir mal en viajes que hacía a la ciudad de Puebla.
Sentía mucha taquicardia, la cabeza me iba a explotar, me faltaba aire, me traslade a un hospital, me entubaron y me hicieron electroshock, me conectaron aire, la doctora me dijo que no tenía nada.
Me pregunto si tenía problemas con mi esposa o de trabajo, le dije que no, pero en realidad si tenía muchos problemas y de ahí me vine a la ciudad y empecé a sentirme peor, no salía a la calle por el miedo que sentía.
Tenía mucho sueño, no podía ya manejar, abandone mi negocio; visite muchos doctores de otra ciudad. Pero no sabían que era lo que tenía; fui con los psicólogos, llegue al grado de visitar a los brujos y curanderos, y nada de eso me componía.
Sintiéndome cada vez peor; mi cuñado me decía te va a venir a ver un amigo, yo no sabía que era de Neuróticos Anónimos. Y le dije que no, lo que quería es estar solo, pero cuando ya no pude le dije a mi esposa llévame al grupo de Neuróticos Anónimos, pero al estar ahí; pensaba que como me iba a componer en este lugar si no tenía nada de ciencia ni psicólogo ni doctores.
Al poco tiempo, empecé a sentirme bien al escuchar las juntas y poco a poco se me empezaron a quitar los malestares que sentía, ahí empecé a recordar mi infancia la manera como me trato mi papá, pues recordé que yo le tenía mucho miedo y cada vez que hacia algo mal me castigaba a golpes y a veces cuando castigaba a mi hermano y por el hecho de estar con él me castigaba a mí también y todo eso me traumo y le tenía mucho odio a mi padre, y ahora que él está grande me da tristeza verlo. Recuerdo también la manera de como trate a una novia a la cual engañe diciéndole que la quería y lo único que deseaba era tener relaciones con ella finalmente ella se alejó de mi muy resentida.
Al llegar a Neuróticos Anónimos y comentar todo mi sufrimiento, mis malestares desaparecieron, mi insomnio desapareció, Pude recuperar mi trabajo y restablecer mis relaciones familiares que estaban muy deterioradas, todo ello gracias a la terapia que día a día tengo la oportunidad de recibir, y aprender de las experiencias de mis compañeros.
SIN ILUSIONES
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