RUMBO A LAS ASAMBLEAS DECANALES 2016

P. Xavier Hernández Martínez.

Por tercera vez, durante casi 16 años se celebrará la XIII Asamblea Diocesana de Pastoral en cada uno de los diez decanatos territoriales con el fin de analizar la realidad de las Parroquias, llevarlas por el camino de la Nueva Evangelización y así, fortalecer el Proceso Diocesano de Pastoral. Tenemos mucho que reportar: el Jubileo de la misericordia, la misión popular de la misericordia, muchos de los compromisos que hemos hecho en la Asamblea anterior.

Es obvio que se tratará de ver cómo va el trabajo de la parroquia por ser un centro de animación y coordinación pastoral de movimientos, asociaciones y grupos y en la que el párroco juega un papel importante, y debe llenarse del espíritu de la Nueva Evangelización, de igual manera las demás estructuras tanto diocesanas, decanales y parroquiales. En este año como se pidió en la Asamblea del 2015, se viene trabajando sobre la identidad de la Curia Diocesana, por supuesto el quehacer de las estructuras diocesanas.

No olvidemos que la novedad de la evangelización radica en que ella es la vocación, la dicha e identidad de la Iglesia (EN 14) y que la palabra EVANGELION significa Buena Nueva, palabra que fue usada ya en la época del nacimiento de la Iglesia y que es necesaria usarla y vivirla. Para S. Pablo la predicación del Evangelio que Dios le ha confiado es importante (1Tes 2, 4). Por otra parte, tener en cuenta que a partir del magisterio de S. Juan Pablo II (1979), se ha hablado de la urgencia de la Nueva Evangelización, una expresión del mismo santo que por primera vez usó en Polonia en el Santuario de Santa Cruz Bogila el 9 de junio de 1979, para indicar que no se trata de un segundo anuncio, pues éste es y seguirá siendo siempre el mismo anuncio de la Buena Nueva de Salvación.

El término ‘Nueva Evangelización’, fue retomado por el Papa Juan Pablo II, en su Magisterio dirigido a las Iglesias de América Latina para indicar a todos los bautizados: los Obispos, Sacerdotes, Religiosas y Laicos, la intrepidez, el coraje y la energía escondida en el Evangelio que hemos de anunciar. Al conmemorar los 500 años de la evangelización dijo: la Nueva Evangelización, tendrá su significación plena… si es un compromiso con vuestro pueblo, no de re-evangelización, pero sí de una Evangelización Nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión” (Discurso, CELAM, 9 de marzo de 1983) La Iglesia por lo tanto tiene que dar hoy, un paso adelante. Debe entrar en una etapa histórica de su dinamismo misionero en un mundo tecnificado que con la desaparición de las distancias se hace más pequeño y más complejo.

La Nueva Evangelización pone a Cristo en el centro, experimenta el encuentro con él y profundiza en el anuncio de su nombre, de su doctrina, de su vida, de sus promesas, de su misterio (EN 22). Renovemos nuestra mentalidad teológica y tendremos una Iglesia eminentemente misionera.

RUMBO A LAS ASAMBLEAS DECANALES 2016