Salvador López Santiago
Particularmente, siempre he considerado que el inicio de un nuevo ciclo, representa una buena excusa para replantear proyectos, asumir nuevos retos o reafirmar la ruta en la que nos encontramos. En este sentido, septiembre constituye un mes que reviste especial relevancia, lo cual obedece a diversas cuestiones, que van desde aquellas básicas como estar a una tercera parte de culminar un año más, hasta otras que emanan de procesos históricos, como es el aniversario del inicio de la Guerra de Independencia de nuestro país.
Aunado a lo anterior, el mes que recientemente iniciamos, tiene matices muy particulares, por ejemplo, marca el primer año de ejercicio de los integrantes de la LXIII Legislatura en la Cámara de Diputados, el cuarto año de labores para la mayoría de los Senadores electos en el proceso electoral federal 2011-2012 y el cuarto año de gestión del Presidente de la República, circunstancias que no podemos pasar por alto.
Pareciera que se trata de aspectos ajenos a la sociedad en general, pero la verdad no lo es tanto, por ejemplo los tres actores -Diputados, Senadores y Presidente- tienen el derecho de iniciar las leyes o decretos que rigen nuestras conductas, en el caso de los primeros, ellos son los responsables de su análisis, discusión y eventual aprobación, y en el caso del Ejecutivo Federal, además es el jefe del Estado mexicano, luego entonces, conocen de asuntos que sí deben ser de nuestro interés.
Bajo esta tesitura, en esta ocasión quiero compartir con ustedes un par de cuestiones que me llamarón la atención durante la semana que concluye, por un lado, la visita de Donald Trump a México, y por el otro lado, la presentación del 4º Informe de Gobierno. Al respecto, sin emitir juicio de valor alguno, debo referir que no logro entender la razón de invitar al controvertido candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos.
Esta situación no pasó inadvertida en la sesión de Congreso General, donde se dio inicio al primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de ejercicio constitucional de la LXIII Legislatura, donde la mayoría de las fuerzas políticas emitieron juicios duros al respecto, y sólo algunas, matizaron o defendieron el encuentro. Por si esto no fuera suficiente, presentar el 4º Informe de Gobierno de Gobierno ante un grupo de jóvenes, al final no fue tan positivo para el Ejecutivo Federal, basta ver los comentarios que circulan en las redes sociales, donde cuestionan la forma en que se desarrolló este ejercicio.
Aunque breves, estimo que este par de casos nos permiten vislumbrar que en los próximos meses, la vida política de nuestro país, más que nunca estará bajo el permanente escrutinio público, lo que particularmente, me parece una oportunidad excepcional para que las distintas fuerzas políticas reivindiquen y revitalicen la labor que desempeñan, porque al hacerlo, estoy seguro habrá mejores condiciones de desarrollo para todos.
En este orden de ideas, hago el llamado a que las legítimas aspiraciones que buscaran en el corto y mediano plazo, tengan como base el respeto, el diálogo informado y la tolerancia, y que las descalificaciones, agravios e injurias, sean erradicados por completo, porque además de tergiversar la realidad, son incompatibles con un régimen democrático.
Twitter: @sls1103
“A dos años del 18”
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