Si algo no me ha gustado en la vida es estar sola. El día que tuve pareja e hijos este sentimiento se intensifico mucho más, de tal manera que llegó una etapa en mi vida en que no me quería separar ni un instante de ellos y en cuanto a mi esposo le sentía mucho miedo, creyendo que él tenía la razón en todo, hasta en el modo de cómo tenía que vivir la vida, si él me decía que algo estaba bien aunque no fuera así, lo tenía que aceptar para qué no se fuera de mi lado.
Al paso del tiempo empecé a sentir mucho coraje hacía él esposo porque no era libre de hacer lo que a mí me hubiera gustado; por lo mismo la relación empeoro y surgieron muchos problemas como no le podía hacer nada, me desquitaba con los hijos pegándoles, gritándoles buscando desahogar con alguien todo ese coraje que sentía.
Para acabarla de amolar todavía tenía que cuidar a mi mamá, creía que era mi obligación estar con ella, pues como mi esposo tomaba mucho, no era responsable de sus obligaciones de la casa; viendo entonces mi conveniencia, pues por lo menos no tenía que preocuparme por la comida para mí y mis hijos e incluso para el mismo desobligado del marido.
Quise además controlar la vida de los hijos por el miedo que no fueran unas personas responsables, que en la escuela no tuvieran unos amigos tranquilos, todo el tiempo me la pasé diciéndoles que se fijaran bien en las amistades que tenían, que no fueran a tener amigos que les gustará el alcohol; a mí lo que me importaba era que ellos estudiaran, que fueran profesionistas y cuando trabajaran parte de su dinero fuera para mí.
Además desee encontrar en mis hijos lo que no pude con el esposo, cuando me platicaban que tenían novia me enojaba con ellos y les decía que ellos tenían que estudiar, cuando mi hijo termino sus estudios, pensé que ya se acabaría mi sufrimiento, mi sorpresa fue cuando me dijo que su novia se iría a vivir con nosotros, eso no me gusto y cuando ella llego a la casa, me molestaba que me hablara, la ignoraba, cuando mi hijo le daba dinero yo me enojaba porque quería que el dinero fuera para mí y no para ella.
Todo esto duro así hasta que empecé a sentirme mal, no sabía realmente que tenía, pero me llevaron con el psiquiatra y me recetaron medicamentos, cada que me los tomaba me dormía, y sentía que por lo menos me olvidaba de lo que no me gustaba de mi vida.
Cuando mi hija termino sus estudios y me comunico que estaba embarazada, me sentí pésimo por no lograr lo que quería en mis hijos y todo eso me hizo sentirme peor de lo que ya me sentía, ya que ni los medicamentos prescritos por el psiquiatra me funcionaron; viéndome en la penosa necesidad de recurrir a una psicóloga; fue ella quien me hablo del “Movimiento Buena Voluntad 24 Hrs. de Neuróticos Anónimos.”
Me di la oportunidad de asistir a la terapia y poco a poco deje de tomar medicamentos psiquiátricos que lo único que hacían era evadirme de la realidad. Por el día de hoy mi vida ha mejorado, puedo decir con toda certeza que he tenido algunos avances en la manera de como veo las cosas y sobre todo me he dado perfecta cuenta de lo equivocada que estaba.
NO PUDE SOLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario