Salvador López
Santiago
Opinión
En México contamos con una amplia riqueza
–histórica, artística, cultural, natural, gastronómica, entre muchas otras
más-, pero sin duda, el mayor potencial con que contamos es nuestra niñez.
Particularmente, no encuentro impulso más grande para buscar ser mejor persona
que la sonrisa, alegría y bondad de nuestros niños, en mi caso, mi querida
sobrina quien es mi mayor aliciente.
En este orden de ideas, si bien es cierto que
contamos con instrumentos jurídicos, nacionales e internacionales, programas y
múltiples políticas públicas, que tutelan los derechos humanos de las niñas y
niños de México, también lo es que en su mayoría, la atención que se le da a la
niñez en los primeros años de vida, es muy general y en algunos casos, limitada
e incluso nula.
La importancia de brindar especial atención a las
niñas y niños durante los primeros años de vida estriba en el hecho de que,
precisamente durante esa etapa de su desarrollo, se define en gran medida cuál
será su carácter, su capacidad de socializar e incluso su capacidad
intelectual, es decir, de poco sirven los esfuerzos posteriores, pues en ese
instante, en gran parte está definido el rumbo del infante.
Para dimensionar la gravedad del asunto, basta
señalar que de acuerdo a los resultados del reporte “Los Invisibles. Las niñas
y los niños de 0 a 6 años: Estado de la Educación en México 2014”, realizado
por la asociación civil Mexicanos Primero, los niños de 0 a 6 años viven una
situación de gran vulnerabilidad, al punto de ser denominados como los -niños
invisibles socialmente-, es decir, que sus derechos no se respetan, no hay
información sobre su desarrollo físico o psicológico, y se invierte poco en su
educación.
Según el estudio, existen grandes retos pendientes en la
atención de las niñas y niños de 0 a 6 años en México, los cuales se sintetizan
en los siguientes ejes: Invisibilidad; vacío de información en México; malabarismos
en la crianza de los hijos; inversión pequeña para los niños más pequeños; anemia,
desnutrición y educación preescolar.
Aunado a lo anterior, con base a cifras oficiales,
durante 2014 en nuestro país hubo 14 millones de mexicanos sin acta de
nacimiento, (cifra que equivale al 11.6% de la población total), de los cuales 4 millones son niños, quienes
sufren el menoscabo de diversos derechos fundamentales como son contar con una
identidad y acceder a servicios de salud.
Ante este panorama, es de vital importancia que en todas
las decisiones y actuaciones del Estado se vele y cumpla con el principio del
interés superior de la niñez, a fin de que los niños y las niñas puedan
satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano
esparcimiento para su desarrollo integral, es decir, que este principio
realmente guíe el diseño, ejecución,
seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez. Es
fundamental e impostergable, que como sociedad le brindemos un mejor porvenir a
nuestra niñez.
Twitter: @sls1103.
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