No bastó Tajamar, ahora es el Yumka

Jairo Garzón Montaño

Opinión

El ecocidio en el manglar “Tajamar” en Cancún, Quintana Roo, ha dejado de manifiesto las irregularidades que se suscitan en otros espacios destinados a promover la educación ambiental, así como la conservación y la protección de especies silvestres y en peligro de extinción, tal es el caso de la reserva ecológica en la modalidad de Centro de Interpretación de la Naturaleza “Yumka”, localizada en el estado de Tabasco.

El centro cuenta con 101 hectáreas protegidas y más de 35 especies, entre las que destacan los monos aulladores, venados de cola blanca, jaguares, tucanes y serpientes, además, cuenta con una de las poblaciones más importantes del sureste de guanacos, antílopes, ñu cuello negro, emúes, venados axis y gaures.

Entre sus servicios, se encuentran los relacionados con recorridos, los cuales se realizan con personal especializado a través de sus ecosistemas de selva, sabana y laguna, actividad que fomenta una sana convivencia con la naturaleza y animales de las zonas selváticas de México, Asia y África.

A pesar de su importancia para la protección de especies y protección de sus ecosistemas, el centro “Yumka” presenta un deterioro grave en sus instalaciones, debido a la falta de mantenimiento. Lo anterior, ha generado el cierre de áreas turísticas, como el puente colgante, la zona de hipopótamos, el manatinario y el mini aviario. A esta situación, se suma la falta del pago de los trabajadores, el desabasto de materiales para el desempeño de sus labores y la reubicación injustificada del personal de cocina que preparaba la dieta de los animales.

Por si esto no fuera suficiente, sólo en el primer semestre del año pasado, se registró el deceso de por lo menos 12 animales, entre los que se encontraban hipopótamos, antílopes cuello negro, loros, tortugas y un rinoceronte. De acuerdo con diversos medios locales, la muerte de estos ejemplares obedece a la mala alimentación, descuido, poca atención y nulo tratamiento de enfermedades y plagas.

Ante este escenario poco alentador, es necesario realizar una serie de inspecciones para verificar las condiciones de trato digno y respetuoso a los animales. Asimismo, es de vital importancia garantizar medidas preventivas para impedir y disminuir la tensión, sufrimiento, traumatismo o dolor al cual pudieran estar expuestos. Casos como estos, me convencen más de la necesidad de reforzar la supervisión del cumplimiento de las disposiciones legales en materia ambiental en las unidades de manejo para la conservación de vida silvestre y centros de interpretación de la naturaleza.

Como en “Yumka” y otras unidades de manejo para la conservación de vida silvestre y centros de interpretación de la naturaleza, se tienen que llevar a cabo diversas inspecciones y evaluaciones de internalización de costos ambientales en actividades de aprovechamiento de bienes y servicios ambientales, para garantizar que los animales vivan en condiciones óptimas para su pleno desarrollo.

Le corresponde a las instituciones de procuración y administración de la justicia, dar especial seguimiento a los resultados de las inspecciones, para que se cumpla lo establecido en la Ley General de Vida Silvestre y las instalaciones de “Yumka” operen de conformidad con el plan de manejo aprobado y dentro de los estándares de posesión, crianza y exhibición de animales que las normas nacionales y tratados internacionales dispongan.

Estoy seguro de que dichas medidas, deberán ser acompañadas por esquemas de modernización, mantenimiento y adecuación en las instalaciones y programas de capacitación, actualización y certificación del personal. Que se escuche fuerte y claro, no podemos ser omisos ante el dolor y sufrimiento de las especies animales, por el contrario, debemos ser garantes del cumplimiento del marco jurídico, a fin de que se alcancen escenarios de bienestar para ellos.

Trabajemos juntos gobierno y sociedad para garantizar condiciones óptimas de vida a los animales, si no lo hacemos, estaremos atentando contra la vida misma, seamos su voz, sus protectores y garantes de una mejor calidad de vida.

Twitter:@jairogarzonm

No bastó Tajamar, ahora es el Yumka