Hugo Pacheco
La
carretera que conduce de Huajuapan a Santo Domingo Tonalá resulta para quien la
recorre, una muestra contrastante de paisajes. Desde la ventanilla del auto se
puede apreciar la riqueza y variedad de la mixteca, que primero nos descubre
cerros pelones y erosionados, sobre los que se asolean las biznagas y los
huizaches; para después llenarnos las pupilas de altiplanicies reverdecidas,
discretas arboledas rodeadas de arbustos y un sinuoso camino en que se pasa de
una flora de tonalidades cobrizas y ocres, hasta el verde profundo escondido
entre la sabinera de Tonalá.
El
famoso Cañón del Boquerón se convierte en la entrada de bienvenida para los
visitantes, quienes aún conociendo a este enorme par de montañas que se miran
de frente, no dejan de sorprenderse al contemplar desde el puente, suspendidos
a unos 50 metros, el río que acaricia las faldas de estos míticos cerros.
Santo
Domingo Tonalá recibe así a los curiosos y a los paisanos, a los viajeros que
recorren la carretera Huajuapan-Juxtlahuaca con la promesa de ser sorprendidos
por su natural belleza.
Y
Tonalá sin duda lo logra, en esta época de amaneceres dorados y tardes rojizas
en que se envuelve de ánimo festivo para venerar a su santo patrono, Santo
Domingo de Guzmán, con un novenario que comienza el 27 de julio y culmina con
una serie de festividades religiosas, sociales y culturales el 4 de agosto.
Daniel
Pérez Pimentel, párroco de la comunidad, declaró que en la fiesta de este año
se buscó volver a las raíces culturales, con la puesta en escena de la
Guelaguetza, presentada por los alumnos del taller de danza de la Casa de Cultura
de Huajuapan.
Así
mismo, indicó que hubo una exhibición de Maroma, tradición atávica de la
Mixteca; así como el lanzamiento de cien globos de cantoya, que según el
párroco, tuvo un significado simbólico al lanzar luces como veladoras
encendidas al cielo. Por otra parte, Pérez Pimentel dijo que se impulsó el
rubro cultural con un concurso de dibujo infantil.
A
mediodía del martes cuatro, se llevó a cabo la celebración eucarística,
posteriormente, se realizó una comida en que convivieron los pobladores con los
representantes de la iglesia, donde también estuvo presente el párroco del
Sagrario de Huajuapan, Xavier Hernández Martínez.
A
las cuatro de la tarde, se realizó una quermés para los niños en el parque de
Tonalá y a las 19:30 hrs. arrancó la Calenda sociocultural que recorrió las
principales calles, al culminar, se encendió un castillo de pirotecnia y los
toritos de luces iluminaron el centro de la población.
El
párroco Pérez Pimentel dio un mensaje a los fieles, en el cual expresó que la
fe de la comunidad cristiana no sólo debe quedarse en el templo, que pensar
esto significaría un error, ya que la fe debe trascender a la esfera social y
familiar.
Por último, habló sobre el
santuario natural que representa para los tonaltecos la sabinera que se
encuentra a espaldas del templo, cuya belleza ha representado para los fieles y
gran parte de los turistas un milagro de la naturaleza.
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