viernes, 29 de mayo de 2015

México y su Sistema Nacional Anticorrupción


Jairo Garzón Montaño
Opinión
La corrupción es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta nuestro país, debido a que vulnera el desarrollo de la sociedad. Esta problemática se traduce en grandes pérdidas económicas y en poca generación de empleo, asimismo,  encarece la operación de los negocios, reduce la competitividad, eleva costos de bienes y servicios, es decir, como nación dejamos de tener un clima económico y de negocios atractivo para invertir.


Para dimensionar el grado de corrupción imperante en México, basta mencionar que el “Índice de Percepción de la Corrupción 2014”, de Transparencia Internacional, nos posiciona en el lugar 103 de 175 países evaluados y según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, somos el último lugar de sus países miembros en la materia. En el mismo sentido, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, calcula que por el concepto de corrupción nuestro país pierde más de 341 mil millones de pesos al año, por lo que es catalogado como uno de los mayores problemas por su impacto económico.

Ante esta situación, el Congreso de la Unión, enriqueció la iniciativa presidencial por el que se aprobó el Sistema Nacional Anticorrupción que contribuirá a prevenir, detectar y sancionar, a quienes incurran en estos actos.

En este marco, en días recientes esta  propuesta fue ratificada por los congresos de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas, con ello, fue declarada “aprobada” por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y envida al Ejecutivo Federal para su publicación.

En síntesis, el Sistema Nacional Anticorrupción promoverá la coordinación  entre los órganos de gobierno con la facultad de detectar y sancionar hechos de corrupción, contemplando poderes de la unión y órganos constitucionales autónomos de la federación, poderes y órganos autónomos de las entidades federativas, ayuntamientos y órganos de las jurisdicciones territoriales del Distrito Federal, así como particulares vinculados en el desempeño y el ejercicio de recursos públicos.

Cabe señalar que uno de los aspectos positivos del Sistema Nacional Anticorrupción es que la sociedad podrá conocer sus acciones a través de un informe anual de avances y resultados; la Auditoria Superior de la Federación investigará actos de corrupción cometidos por funcionarios y será el  Tribunal Federal de Justicia Administrativa quien podrá fincar a los responsables, el pago de indemnizaciones y sanciones administrativas y penales.

Esta es la primera vez que se aborda el tema de la corrupción de manera integral, sin limitarse sólo al ámbito de la coacción, ya que se involucra a los particulares que hagan uso de recursos públicos, se establecen mecanismos homologados de actuación y atención, así como acciones coordinadas entre actores para inhibir y prevenir estos delitos. Ahora corresponde legislar las leyes secundarias o leyes reglamentarias de ésta reforma constitucional.

Con estas modificaciones se busca construir un marco jurídico robusto, moderno, innovador y de vanguardia, para que las mexicanas y mexicanos vivamos tranquilos y con seguridad reflejada en una mejor calidad de vida libre de corrupción. Tengo claro que falta mucho camino por recorrer; pero sin duda con el Sistema Nacional Anticorrupción se sientan bases sólidas para transparentar el uso de los recursos públicos y abonar a una gobernabilidad y gobernanza en el que se prevengan y sancionen los actos de corrupción.

Los invito a que me compartan cómo el Sistema Nacional Anticorrupción puede contrarrestar la corrupción en las localidades y regiones de Oaxaca.  Que se escuche fuerte y claro, queremos un México libre de impunidad, como oaxaqueños de bien lo merecemos.

Twitter:@jairogarzonm 

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