“Una invitación a la reflexión”

Salvador López Santiago

El domingo 5 de junio, en 14 entidades del país, entre ellas Oaxaca, estado al que le tengo especial cariño, se celebró la jornada electoral correspondiente al proceso electoral 2015-2016, a través del cual se habrán de renovar 12 gubernaturas, 388 diputaciones locales y 965 ayuntamientos, y además se eligieron 60 diputados constituyentes para redactar la primera Constitución de la Ciudad de México.

En relación a este importante acontecimiento, que anticipo, se desarrolló en orden y nos dejó grandes lecciones e interesantes mensajes, en primer lugar, quiero felicitar a los más de 18 millones de ciudadanos que salieron a emitir su voto en las urnas, asimismo, reconozco el compromiso y deber cívico de casi medio millón de ciudadanos que fungieron como funcionarios de casilla. Una vez más, la ciudadanización se manifestó en favor de la joven democracia mexicana, pero paradójicamente, la participación ciudadana sigue sucumbiendo ante el abstencionismo que encuentra su origen en la desconfianza, desinterés o apatía.

Resulta grato ver que el Instituto Nacional Electoral (INE) volvió a cumplir como un árbitro profesional, objetivo e imparcial, y que los Organismos Públicos Locales, se condujeron con gran responsabilidad. Dicha situación queda de manifiesto en el hecho de que de las 68 mil 28 casillas aprobadas para la recepción del voto, “no fueron instaladas, únicamente 16, las cuales se ubicaron 11 en Oaxaca, 4 en Tlaxcala y una en la Ciudad de México. Esto representa el 0.02 % del total”.

En este orden de ideas, es motivo de tranquilidad y abona a la legitimidad de los comicios saber que el fin de semana se instalación del 99.99% de las casillas de votación para la elección de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, así como el 99.94% de las casillas de votación en los estados con comicios locales de gobernador, diputados locales y ayuntamientos.

Otro aspecto a destacar, es la alternancia que se dio en distintas entidades del país como son Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa, Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Oaxaca, lo que por un lado, contribuye al fortalecimiento del modelo político-electoral nacional, y por el otro lado, impone a los partidos políticos la obligación de replantear sus estrategias, directrices y esquemas de trabajo.

Me parece que el pasado domingo, el mensaje fue claro y en términos generales consiste en que la ciudadanía demanda una clase política mejor preparada y más comprometida, con proyectos claros, asequibles e integrales, han quedado atrás los tiempos en los que eran suficientes los discursos elegantes, las promesas o prácticas populistas, hoy exigimos resultados concretos y tangibles, aquellos que no lo entiendan de esta manera, están condenados al rezago y eventual exclusión.

“Una invitación a la reflexión”