Mis pensamientos desde que era niño han sido de grandeza, de ser más que los demás y por ello he hecho cosas desagradables, cosas indebidas y hasta vergonzosas. En la primaria me dedique a molestar a un niño homosexual le gritaba de groserías, me burlaba de él, con el único fin de que mis demás compañeros y amigos me admiraran por ello.
Ya más grande cuando veía alguna película siempre me sentí ser el actor principal y soñaba tener mucho pegue con las mujeres, además de casas y autos lujosos. Pero me sentía muy mal cuando alguien me llamaba por mi nombre (no me ha gustado) o cuando se daban cuenta de que no era yo esa persona que aparentaba ser.
No tenía novia por el miedo que sentía del rechazo, por lo que fue más fácil inventarme noviazgos ficticios, diciéndoles a las personas que la novia en turno no la conocían por que vivía en otro lugar y pues solo la veía los fines de semana cuando yo viajaba hasta donde estaba su casa.
En alguna ocasión me invitaron a jugar fut ball los fines de semana a lo cual dije que no, inventando excusas como el que en esos días trabajaba y pues no podía, cuando eso no era verdad y no aceptaba por el miedo que le tenía a estar rodeado de gente y sobre todo darme cuenta que ellos sobresalían más que yo.
Después de que al principio no tenía novia, hubo un tiempo que anduve con dos chicas a la vez, ya que así sentía que era más importante que los demás, sin importarme el daño que les ocasione, lo mal que me sentí el día que se dieron cuenta de que me burlaba de las dos.
Ahora que asisto al grupo del “Movimiento Buena Voluntad 24 horas de Neuróticos Anónimos” me he dado cuenta de cuanto he dañado a los demás por mi manera de ser y de lo mal que me siento con esos aires de grandeza.
El día de hoy tengo una relación de noviazgo que me hace sentirme bien, ya que gracias a estar en la recuperación puedo practicar la honestidad y la fidelidad. Además de ya no mentirle a la gente, ni tomar cosas que no me pertenecen.
ANHELOS DE GRANDEZA
No hay comentarios:
Publicar un comentario