lunes, 22 de diciembre de 2014

Las organizaciones de la sociedad civil: Entre la evaluación y la transparencia inherente

José Ojeda Bustamante
Opinión

Plantear la solución en los problemas de nuestro país-
de forma totalmente radical - En las antípodas… 
Es, con toda humildad, nuestro propósito.

En nuestro país se hace, cada vez más, necesaria la intervención de la sociedad civil y se busca el fortalecimiento del principio de subsidiariedad, ello trae consigo la corresponsabilidad y un gobierno cercano a la gente.
En resumidas cuentas, la ciudadanía necesita espacios de acción y complementar la difícil tarea de los tres órdenes de gobierno, más aún cuando presenciamos en el contexto internacional, en sí mismo, y en varios Estados la reconfiguración del espacio público, donde una de sus características fundamentales es la de “refacultar” (empowerment) a la sociedad civil reconociéndole y haciendo ejercer parte del poder que de ella emana, así como respetando sus derechos y protegiéndolos de mejor manera.

De lo anterior hay que comprender y asumir la importante labor que cobran los gobiernos abriéndose a la participación ciudadana, así como buscando incentivarla de la mejor manera para que su desarrollo sea más efectivo y productivo en cualquier área o arista que el ciudadano requiera.

Las Organizaciones de la Sociedad Civil y el gobierno tienen responsabilidad de evaluarse; la evaluación, es vital para toda organización, política pública o programa, ya que es la manera de poder internarse en la vida de alguno de los anteriores, pudiendo establecer de manera objetiva, ética, profesional y técnica los porqués de las decisiones tomadas y las acciones realizadas.

La evaluación, por lo tanto, permite, hacer una revisión autocrítica del origen y resultados de las acciones realizadas, como también el poder estudiar si el objetivo planteado para llegar a una “población objetivo” se ha ido cumpliendo, y cómo quedará cumplida la demanda social en su fase terminal de impacto directo y absoluto para los beneficiarios.

Por lo anterior, debemos comprender, por el bien del desarrollo social y del mejoramiento de la tecnología publiadministrativa, que evaluar es una fase inherente a cualquier organización pública, sea gubernamental o social, y que con ello se estarán sentando bases más sólidas donde en el futuro inmediato como a largo plazo, se pueda seguir construyendo el bienestar social que requerimos.

Finalizo comentando que la participación social organizada debe de responder a las demandas de ellas mismas, es decir, si se exige apertura, transparencia y rendición de cuentas, es lo mínimo que las organizaciones deben de replantearse y promover hacia estas mismas.


Twitter: @ojedapepe

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