Jairo Garzón Montaño
Opinión
Ante las circunstancias del mundo moderno,
los mexicanos exigimos de nuestras autoridades, compromisos y responsabilidades
claras expresadas en nuestra política exterior, la cual siempre debe ser
innovadora, participativa, cooperativa y preventiva. No me queda duda de que
como país, debemos ser actores relevantes en la solución de los problemas
globales y ser pieza clave en la promoción e implementación de políticas que
generen el crecimiento económico y desarrollo social de la región.
Con la visita de Estado de diversos
mandatarios como el presidente de la República de Finlandia, Sauli Niinistö y
de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, México dinamiza el intercambio
comercial entre nacionales, renueva sus acuerdos en materia de inversión y
servicios aéreos. Asimismo, con la llegada de estos mandatarios a nuestro país,
México mejora su imagen en el exterior y fortalece su intercambio de negocios,
es decir mejora su balanza comercial, al tiempo que consolida sus estrategias
de defensa de los derechos humanos, desarme, seguridad, medio ambiente y paz.
En verdad celebro que nuestra agenda
internacional tenga entre sus prioridades robustecer las relaciones bilaterales
con Finlandia, Brasil, Cuba y Nicaragua, esto permitirá fortalecer nuestra
presencia en la región de Centroamérica y del Caribe, además permitirá aumentar
nuestras inversiones e intercambios de política pública temas estratégicos como
la exploración, extracción y refinación del petróleo; turismo; migración y
protección de las niñas y niños no acompañados.
Aunque reconozco los avances con Centro América, el Caribe y Europa,
considero que sigue siendo un reto pendiente renegociar con América del Norte
el Tratado de Libre Comercio, con el objetivo de integrar las cadenas
productivas de las pequeñas y medianas empresas, generar más incentivos para la
inversión y propiciar empleos, desarrollar proyectos de producción,
transferencia tecnológica y movilización de inversiones a pequeña y gran
escala, es decir, aprovechar y potencializar nuestros tratados internacionales
para una mayor competitividad internacional.
Es importante tener claro, que en estos años el contexto internacional ha
sido complejo, marcado por conflictos bélicos en medio oriente, problemas
migratorios como el fenómeno de las niñas, niños y adolescentes no acompañados
y efectos del cambio climático que se traducen en fenómenos climatológicos más
constantes y agresivos.
Hay mucho aún por hacer con las demás
naciones, como actualización de los protocolos de protección y asistencia
consular, migración, flujos financieros del crimen organizado, establecer
medidas de protección a los pueblos originarios, paz y seguridad internacional.
Los resultados de las relaciones bilaterales
de nuestro país, deben traducirse en mejores opciones de prosperidad, crecimiento, desarrollo y seguridad para los
mexicanos. En este sentido, la actuación de México ante el mundo, debe estar basado
en los principios consagrados en nuestra Carta Magna y en las normas del
derecho internacional, no olvidando que su objetivo, es generar una mejor
calidad de vida y hacer de este mundo uno más justo, equitativo y democrático.
Twitter:@jairogarzonm
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