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sábado, 3 de octubre de 2015

LOCALIDADES…con Gabriela Salazar:Fenómeno migratorio

El fenómeno migratorio modifico la fisonomía de los pueblos y comunidades mixtecos y también las estructuras sociales y familiares, impactando también severamente a las mujeres de la mixteca.


Si a principios de la década de 1970 las mazahuas y otomíes estuvieron entre las primeras en migrar de forma escalonada a la Ciudad de México como vendedoras ambulantes y empleadas del hogar, para finales de la misma década, la migración femenina aumentó y las mujeres de lugares tan remotos como la Mixteca se incorporaron a este éxodo rural. La migración, principalmente de las hijas, representaba la posibilidad de capitalizarse, pues ellas enviaban de vuelta a la comunidad sus ingresos, mismos que se utilizaban para comprar insumos agrícolas para el autoconsumo o para la educación de algún miembro de la familia, de preferencia varón. Las mujeres se emplearon en la ciudad no sólo ya como vendedoras ambulantes, sino también como empleadas del hogar, y las más desafortunadas quedaron bajo el desamparo de la mendicidad.


Otro contingente de mujeres, muchas de ellas jefas de familia y solteras empezaron a irse a las ciudades fronterizas para trabajar en la maquila, dejando la milpa. Y otras se integraron al trabajo como jornaleras estacionales con sus familias, en las corrientes migratorias hacia el noroeste en la cosecha de hortalizas.



LOCALIDADES…con Gabriela Salazar:Fenómeno migratorio

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