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jueves, 2 de abril de 2015

Un México Competitivo es Posible

Jairo Garzón Montaño
Opinión
La intensa dinámica de los mercados internacionales está limitando las capacidades institucionales de los Estados Nación para satisfacer necesidades elementales como seguridad, crecimiento económico y desarrollo social. Frente a este escenario, es preciso que los países hagan un uso racional, eficiente y eficaz de sus recursos humanos, financieros y tecnológicos.


Esta tendencia ha quedado de manifiesto en diversas evaluaciones, entre las que destaca el índice Global de Competitividad 2014-2015 del Foro Económico Mundial, que posiciona a México en el lugar 61 de 145 países calificados –mide principalmente las capacidades de las agencias gubernamentales para hacer frente a una problemática social y la eficiencia para hacer un buen uso de los recursos disponibles para generar bienestar y capital social-.

Entre los principales resultados destaca que México cayó seis posiciones en el ranking al bajar de la posición 55 en el 2012-2013 al 61 en el 2014-2015. Los rubros con peores resultados son los de seguridad con 140, calidad del sistema de educación al 123, eficiencia del mercado laboral con tan sólo 121 e implantación de las Tecnologías de la información y comunicación con 88.

En el rubro mejor posicionado fue el de pilar de tamaño de mercado, al ocupar el puesto 10 y el peor evaluado fue el de la eficiencia en el mercado laboral con el sitio 121. Ante el mal clima para abrir un nuevo negocio que tenemos es necesario resarcir los elementos que afectan al actual: corrupción 19%, regulaciones fiscales 15% e ineficiencia de la burocracia gubernamental 13%.

Ante estas problemáticas, era primordial robustecer el marco jurídico del sector, por tal motivo, celebro que en el Senado de la República se haya aprobado la Ley para Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la Economía Nacional, con la que se impulsará la productividad, competitividad, crecimiento económico sostenido y desarrollo del país.

Ahora será posible la implementación de una Política Nacional de Fomento Económico que potencialice la integración de las cadenas productivas de las empresas con el mercado internacional para aumentar las exportaciones y hacer crecer el mercado interno. Asimismo, a través del Comité Nacional de Productividad se podrá diseñar proyectos sectoriales transversales con visión de largo plazo y se instrumentarán políticas de integración regional para la Competitividad comercial.

Hago votos para que estos cambios se traduzcan en beneficios concretos para las familias mexicanas y permitan la puesta en marcha de una política de fomento económico de primera generación. Es decir, que permitan la democratización de la productividad. Como mexicanos merecemos que nos vaya bien, como gente trabajadora y productiva anhelamos mejores condiciones laborales, más opciones de profesionalización y mejores incentivos gubernamentales que premien el emprendedurismo y las ganas de salir adelante. Los oaxaqueños y mexicanos lo merecemos.

Twitter:@jairogarzonm 

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