Jairo Garzón Montaño
Opinión
La movilización de las mujeres para incidir en la vida política y social, tuvo mayor presencia a partir del año de 1857 con un grupo de costureras de la compañía textil Lower East Side en Nueva York. Luego de varios e incesantes momentos históricos de las mujeres demandando erradicar la subordinación y dominación por parte de los hombres en recursos, bienes materiales, oportunidades y espacios laborales; en 1975 se decreta el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer por la Organización de las Naciones Unidas con la finalidad de contemplar e integrar sus intereses a los distintos proyectos de nación.
Posterior a esa fecha, surgieron otros eventos internacionales para promover la libertad, justicia y equidad de las mujeres alrededor del mundo como “La Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la mujer en 1979, seguida de Las Conferencias Mundiales de la Mujer celebradas en Copenhague en 1980 y Nairobi en 1985, La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer en Belem Do Pará en 1995 y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995”, en ésta última, se introdujo de manera extendida la expresión “violencia de género”; además de emitirse recomendaciones más sólidas para institucionalizar la perspectiva de género en la política pública.
En México, las mujeres ya buscaban incidir no solamente en el rumbo político del país, sino también en la promoción de una mejor calidad de vida desde el año de 1953 con la obtención del derecho al voto femenino; sin embargo, a pesar de estas luchas y avances, la violencia en contra de la mujer continúa latente debido a los constantes estereotipos de superioridad masculina que se manifiestan en la convivencia de la vida diaria. En este sentido, la violencia de género versa acerca de mantener la subordinación de la mujer para dominarla, la violencia es utilizada como instrumento para devastar la autonomía de la víctima y doblegarla.
Existe una amplia tipología de la violencia como la interpersonal, comunitaria o social e intrafamiliar; de ésta última comúnmente se explaya la violencia psicología, física, sexual y emocional. Cabe mencionar, que la mayoría de los tipos de violencia intrafamiliar son ejercidos por los hombres en contra de las mujeres con el fin de mantener el control sobre ellas. La forma más extrema de la violencia de género es el feminicidio, en nuestro país, desde 1993 se ha presentado el asesinato de más de setecientas mujeres en Cd Juárez estado de Chihuahua; este como muchos otros escenarios son indignantes y urgen ciudadanos proactivos que se sensibilicen, solidaricen, organicen e involucren a nivel local para generar y promover relaciones de respeto, equitativas y justas entre hombres y mujeres.
Frente a esta problemática, apremian ciudadanos que tengan la voluntad de cambiar la relación de desigualdad y violencia de género reflejada en modelos de cultura patriarcal o machismo que se transmiten en medios de comunicación, escuelas, ambientes laborales, instituciones de gobierno, familias, publicidad, entre otros.
Hago votos porque se eliminen las relaciones de control-poder entre hombres y mujeres por relaciones más democráticas y que los gobiernos generen acciones para fomentar el derecho a la participación de la mujer, garantizando al mismo tiempo su incidencia y seguridad; asimismo instrumente acciones coordinadas entre los distintos órganos, órdenes e instituciones de gobierno para prevenir, atender, condenar y eliminar la violencia de género en nuestro país.
Twitter:@jairogarzonm
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