sábado, 11 de febrero de 2017

SENTIRME BIEN

Recuerdo que de pequeña era muy delgada, aunque comiera mucho no subía de peso. Mi mamá me cortaba el cabello porque decía que eso me provocaba dolores de cabeza y que el cabello largo absorbe las vitaminas del cuerpo.


A través de los días fui enfermándome más, en la secundaria padecí de anemia, empecé a visitar médicos y curanderos, porque sentía el cuerpo cortado y cansado, como si estuviera cargando un bulto muy pesado.


Los doctores me decían que no tenía nada, no entendían porque me sentía tan mal. Tomaba jugos para recuperarme de la anemia.


Los dolores de cabeza eran cada vez más frecuentes, llegue al grado de tener que dormir para que se me pasaran, nuevamente fui con el doctor y me diagnosticaron colitis nerviosa.


No podía comer grasa, picante, refresco, no podía controlar mis nervios ni el miedo a hablar ante la gente; sentía que el corazón me dolía, mis papás me llevaron con un cardiólogo pero en los estudios todo salió bien.


Tuve una crisis de nervios en la cual me intente quitar la vida. Me salieron manchas en la piel, el médico me dijo que eran mis nervios y me receto antibióticos para controlarme pero no me funcionaron.


La colitis nerviosa se me complico, me internaron, ya estaba cansada de tomar medicamentos.


Me transmitieron el mensaje del “Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos” pues me hablaron de casa- hogar, que ahí me podian ayudar y me sentiría mejor, el darme la oportunidad de quedarme ha sido la mejor desición que tome.


Poco a poco sin darme cuenta empezaron a desaparecer los dolores de cabeza, además logre el subir de peso, que yo creía que no lo iba a lograr. Por hoy puedo decir que casa-hogar me ha ayudado a salir de mis malestares; además de seguir recuperandome.



SENTIRME BIEN

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