Desarrollo y Seguridad Marítima y Portuaria

Jairo Garzón Montaño

México está posicionado como uno de los países que más relaciones comerciales sostiene con el resto del mundo, situación que exige un marco jurídico innovador; atribuciones claras y precisas que rijan a las dependencias reguladoras, y aseguren espacios logísticos adecuados para la recepción, transado y exportación de productos.

En general, los puertos marítimos permiten el enlace y movilización de bienes para su importación y exportación de países como Estados Unidos, Canadá, Guatemala, Colombia, Ecuador, Chile, Japón, China, Taiwán, Corea, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas -entre otros-.

Sin temor a equivocarme, sostengo que los puertos marítimos, tienen una función primordial para el comercio y el desarrollo nacional, ya que son el punto de intercambio de bienes con el transporte terrestre, aéreo y marítimo, esto permite su entrega o recepción apropiada.

Entre los puertos más sobresalientes, se encuentra el de Veracruz y Altamira en el litoral del Golfo de México, además del de Lázaro Cárdenas y Manzanillo en el Pacifico mexicano, además de los puertos de Coatzacoalcos, Progreso, Ensenada, Guaymas y Topolobampo que también son estratégicos.

A pesar de esta importancia para el desarrollo del país, se han identificado duplicidades en funciones, atribuciones y competencias de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que sólo generan vacíos legales, confusiones ante la comunidad internacional y arbitrariedades de los órganos garantes.

Por ello, celebro que en el Senado de la República se haya aprobado una iniciativa para reformar, derogar y adicionar diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos, y de la Ley de Puertos.

Entre los beneficios de esta propuesta, destaca que define y establece con claridad que la Secretaría de Marina será la autoridad marítima nacional, es decir, será la encargada de la seguridad; de salvaguardar la vida humana en el mar, de remover a los capitanes de puerto y de monitorear el tráfico marítimo en los mares nacionales.

Recaerá en ella, el cumplimiento de los tratados internacionales, la legislación nacional, los reglamentos y normas oficiales mexicanas en materia de seguridad y protección marítima y portuaria.

Por su parte, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le corresponderá la administración, el fomento y el desarrollo portuario; tendrá a su cargo el control de la capacitación de la marina mercante y el desarrollo de las obras marítimo portuarias.

También tendrá bajo su responsabilidad planear, formular y conducir los programas para el desarrollo del transporte por agua, llevar el registro marítimo y otorgar los certificados de competencia.

La aprobación de esta reforma, permitirá entre otras cosas, iniciar con una reingeniería en la administración pública federal en cuanto a estructuras, funciones y organizaciones de las secretarías de Marina y de Comunicaciones y Transportes, lo cual se traducirá en el fortalecimiento de funciones, en el establecimiento de atribuciones claras y la instrumentación de mecanismos de colaboración interinstitucional y trabajo coordinado.

Se impulsará la actividad portuaria, se mejorarán los servicios y se tendrán reglas claras e instituciones responsables precisas para garantizar seguridad, un intercambio comercial ordenado y apoyo logístico en el intercambio de México con el mundo.

Además, se armonizará nuestra legislación con los tratados internacionales en materia de seguridad de la vida humana en el mar y con los mecanismos vigentes para prevenir la contaminación por los buques.

Finalmente, estoy convencido de que la actividad marítima y los puertos, permiten aprovechar el litoral del país; potencializar las condiciones naturales locales y la especialización de mano calificada, situación que incrementa y dinamiza las relaciones comerciales con la demás naciones.

Bajo estas consideraciones son acertados estos cambios, que se traducirán en múltiples beneficios para la actividad portuaria y de marítima del país.

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