Salvador López Santiago
Esta semana es muy especial para todos los mexicanos, en virtud de que el 16 de septiembre celebraremos el doscientos seis aniversario del inicio del movimiento de independencia de México, periodo histórico en el que nuestro país se constituyó como una nación soberana, libre e independiente.
En mi opinión, las fiestas patrias representan el espacio por excelencia para expresar nuestro orgullo e identidad nacional, -sin que se límite a dichas fechas-. Estoy de acuerdo en preservar la memoria de las mujeres y hombres que contribuyeron a la construcción del país en el que vivimos, pero me parece que para hacerlos no es necesario hacer uso excesivo e irresponsable de fuegos artificiales.
Al respecto, estimo pertinente compartirles algunas consideraciones para evitar el uso desmedido cohetes, que dicho sea de paso, representan peligros potenciales para quienes los utilizan y las personas que los rodean. Su uso inadecuado puede derivar en quemaduras que pueden llegar a causar pérdida o daño permanente de extremidades del cuerpo humano, e incluso, lamentables muertes.
Para dimensionar el impacto que puede llegar a tener, les comento que de acuerdo con información de la Fundación Michou y Mau, I.A.P para niños quemados, 90% de los accidentes relacionados con cohetes y pólvora ocurren en casa, lo cual se torna aún más preocupante si tenemos en cuenta que, en la mitad de las lesiones producidas por pirotecnia, los afectados son menores de 15 años.
Lo anterior se agrava, si tenemos en cuenta que con base a información oficial, durante esta época del año, se incrementa hasta en 10% la atención médica por quema de pirotecnia, siendo los casos más recurrentes las quemaduras producidas por la quema de cohetes, cohetones y explosivos caseros -precisando que con las medidas adecuadas, todos podrían evitarse-.
Por otro lado, es incuestionable y existe amplia evidencia del deterioro ambiental que producen. Diversos especialistas señalan que la contaminación del aire puede permanecer durante varios días en la atmósfera, hasta que se esparcen en el suelo y agua, donde se almacenan por semanas e por incluso meses. Por si esto no fuera suficiente, el ruido que generan causa trastornos de pánico en perros y gatos.
Como vemos, la utilización irracional de cohetes puede llegar a trasgredir el bien jurídico más importante que tenemos: la salud. Bajo esta tesitura, hago el llamado a que desde nuestros hogares y comunidades, invitemos a que familiares, amigos y vecinos, eviten utilizar cohetes en estos festejos patrios, y si lo hacen, que sea de manera responsable, con supervisión de adultos y sin excesos.
Twitter: @sls1103
“Celebremos, no lamentemos”
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