Ariel Palemón Arcos
Opinión
En México, la desigualdad constituye un problema crucial para la sociedad, violentando los derechos y las obligaciones de todas las personas, principalmente los de las mujeres.
De acuerdo con el artículo primero de nuestra Carta Magna, queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Existen diversos estudios, perspectivas y opiniones sobre este tema, por lo que es hora de poner en práctica las acciones que conlleven a una mayor igualdad social.
La discriminación por causa de la edad afecta tanto a los jóvenes como a las personas mayores, sobre todo, en lo referente al ámbito laboral. Los jóvenes, debido a su falta de experiencia, deben afrontar problemáticas como la falta empleos, la baja remuneración, los trabajos temporales o las horas extras no remuneradas; mientras que las personas mayores deben enfrentarse a estereotipos relacionados con la baja productividad, siendo más vulnerables a las lesiones y las enfermedades.
Para construir una sociedad igualitaria, no solamente es necesario desarrollar una legislación contra la discriminación que se complemente con la aplicación de una serie de medidas encaminadas a prevenir y compensar este sector vulnerable por algunos colectivos, sino también, a través de impulsar campañas de concientización sobre valores y principios para combatir esta problemática.
Sin duda, uno de los problemas principales que enfrenta las mujeres es la gran desigualdad por el siempre hecho de su condición de mujer, en una sociedad en donde impera aún el machismo, y las tradiciones y costumbres arraigadas reproducen conductas y actitudes desiguales.
Solo podremos lograr la igualdad a través del desarrollo e incorporación de propuestas de políticas públicas con enfoque género, así como con el fortalecimiento del liderazgo y la participación ciudadana de las mujeres en todos los ámbitos de la vida política, económica, social y cultural del país.
En esta tesitura, el Gobierno Federal ha implementado a través de las Metas Nacionales “México Incluyente” y “México con Educación de Calidad”, principalmente, diversos programas y políticas para avanzar en el combate a la desigualdad social que todavía impera en nuestro país.
Resulta fundamental que el Gobierno Federal, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales, y la participación de todos los ciudadanos, podamos construir una mejor nación, libre de exclusión y desigualdad social.
Igualdad para todos
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