Salvador López Santiago
“En el Día Internacional para la Tolerancia, reconozcamos el creciente peligro que representan quienes procuran dividir, y comprometámonos a forjar un camino marcado por el diálogo, la cohesión social y el entendimiento mutuo.”
-Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas –
El 16 de noviembre celebramos una edición más del “Día Internacional para la Tolerancia”, el cual fue instituido a partir de la Declaración de Principios sobre la Tolerancia que adoptaron los países miembros de la UNESCO el 16 de noviembre de 1995, donde se estableció que la tolerancia no es una indulgencia o indiferencia, sino que más bien se trata del respeto y del saber apreciar la riqueza y variedad inherentes a las culturas del mundo, así como las distintas formas de expresión de los seres humanos.
En este sentido, es oportuno referir que la propia Declaración de Principios sobre la Tolerancia, señala que ésta consiste en cambiar la cultura de la guerra por la cultura de la paz; en una cuestión moral, política y jurídica; en el reconocimiento de los derechos humanos; y en los derechos del pluralismo cultural, la democracia y el Estado de Derecho, cuestiones con las que coincido totalmente.
Bajo esta tesitura, es propicio reflexionar sobre la trascendencia que tiene la tolerancia en el objetivo de alcanzar una convivencia armónica entre la población de nuestro país, y por supuesto, para practicarla y fomentarla desde todos los ámbitos, comenzando desde el hogar, pues sin duda, debe ser enseñada e inculcada desde los primeros años: todos podemos contribuir.
La importancia de convertir a la tolerancia en un ejercicio de todos los días estriba en que su ausencia se traduce en terribles fenómenos como la discriminación, violencia y en general, en el menoscabo de los derechos humanos; además divide, confronta e inhibe el progreso, todas, conductas incompatibles con cualquier sociedad que aspire a ser una nación de derechos, libertades e igualdades.
Estoy convencido de que la tolerancia es el punto de partida y el camino idóneo para transitar hacia la consolidación del México que merecemos, uno en el que nuestras niñas y niños puedan crecer felices, nuestros jóvenes puedan aprovechar todo su potencial y en el que todos podamos desarrollarnos plenamente.
En síntesis, la tolerancia es indispensable para hacer posible el respeto integral, así como para terminar con arbitrariedades, excesos de poder e injusticias sociales. ¡Hagamos de la tolerancia, un ejercicio de todos los días!
Twitter: @sls1103
“Tolerancia, un ejercicio de todos los días”
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