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miércoles, 29 de julio de 2015

Merecemos una Educación de Calidad




Jairo Garzón Montaño
Opinión

Existe un consenso generalizado entre especialistas, investigadores y líderes sociales, de que era necesaria la transformación del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca para darle mayor autonomía de gestión, acción y decisión, a fin de garantizar el derecho a la educación y que el interés superior de la niñez, esté por encima de cualquier beneficio particular.   


Con estas acciones el estado recupera la rectoría operativa de la educación y pone fin a una era plagada de irregularidades, marcada por inasistencias a las escuelas, incumplimiento a los objetivos de los planes de estudio, comisiones laborales indefinidas o inexistentes, venta de plazas y la herencia de puestos de trabajo. Estos cambios son estratégicos ante los rezagos que presenta el sistema educativo estatal, el cual requiere aún del fortalecimiento institucional, asignación de recursos económicos y humanos, además de la armonización de la Reforma Constitucional, sus Leyes Secundarias y la Ley Local.

Apremia que se etiqueten recursos para dignificar los espacios educativos y se atiendan necesidades básicas de agua, luz y acceso a internet. En el corto plazo, tenemos que ponernos en sintonía con los demás estados en el desarrollo de las evaluaciones de primer ingreso, promoción y permanencia, con el objetivo de que los mejores docentes estén frente a grupo, ya que de ellos depende la educación de nuestras niñas, niños y adolescentes.

Para dimensionar la problemática en la que nos hemos mantenido por décadas, basta mencionar que no tenemos la certeza del número de espacios educativos, alumnos, escuelas, maestros y autoridades que conforman el sistema educativo en la entidad; por años no se ha cumplido con el calendario escolar ni las metas de los planes curriculares; nos acostumbramos a ser los últimos en las pruebas estandarizadas y los primeros en los índices de rezago, reprobación y deserción.

Estoy convencido de que la Reforma Educativa en nuestro estado requiere la colaboración de padres de familia, docentes, alumnos, autoridades educativas y de gobierno, para cristalizar sus beneficios y hacer de nuestra educación una de calidad, accesible a todos los oaxaqueños. No es una reforma contra los docentes, todo lo contrario, se diseñó para mejorar sus condiciones laborales y premiar sus logros con base a su desempeño.

Con estas y otras transformaciones que vendrán, se abre una ventana de esperanza para la educación en Oaxaca y una puerta para mejorar, es evidente que se seguirán requiriendo decisiones audaces y asumir los costos políticos, pero por nuestra niñez bien vale la pena. No hay duda, de que los padres de familia ya no quieren que sus hijos reciban una mala educación, ya no deseamos suspensiones de clases ni paros de labores prolongados por semanas sin justificación alguna.

Es evidente que se vienen tiempos difíciles, por lo que hago votos para que las diferencias se resuelvan a través de las vías pacíficas, privilegiando el diálogo y respetando el estado de derecho, debemos tener claro que a mayor educación se tienen más posibilidades de acceder a mejores condiciones de vida, es hora de estudiar, prepararnos y caminar por el sendero del crecimiento y desarrollo.

En conclusión, la transformación del IEEPO era una medida inaplazable y acertada para cambiar de fondo la situación imperante y regresarle la dignidad al sistema educativo oaxaqueño. Se trata de una nueva etapa en la dirección correcta; no se traicionó al pueblo de Oaxaca, no se trastocaron los derechos laborales de los docentes, sé que siempre existirá resistencia al cambio pero se nos está dando la oportunidad de tener una educación de calidad y como oaxaqueños de bien, lo merecemos ¿a poco no?

Twitter:@jairogarzonm

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