María Luisa Barragán
Ramírez, quien fuera designada en 1995 como la representante de la delegación
Mixteca para presentar el Jarabe durante el Lunes del Cerro, declaró que las
parejas actuales “carecen de compromiso y práctica, ahora realizan la ejecución
con más relajo”.
Esto a menos de un mes de
que se lleve a cabo la Guelaguetza y tras haber calificado de “deficiente” la
participación de la pareja ganadora en Huajuapan.
Además, indicó que es
necesario realizar una evaluación intensiva para corregir las carencias de los
jóvenes danzantes, por lo que pidió al Comité de Autenticidad de las Fiestas
del Lunes del Cerro mantenerse más cerca durante el proceso (ensayos y
adecuación del vestuario), al menos como observadores, ya que “son conocedores
de la amplia cultura oaxaqueña y sabrán encausar a los estudiantes”.
Así mismo, expuso que para
mejorar la ejecución de la danza, “los jóvenes deben sentirla más, involucrarse
en lo que representan, tener un gran respeto y orgullo por el traje que portan,
no solamente cubrir el evento y no tener un buen resultado”.
Por otra parte, expresó que
en 1995 el nivel de exigencia para los bailarines era muy grande, Barragán Ramírez
compitió con 12 parejas provenientes de Juxtlahuaca y Chazumba, quienes
“poseían gran destreza en su ejecución y estaban preparadas teóricamente sobre
el amplio significado del Jarabe”.
Sin embargo, Barragán
Ramírez obtuvo el mejor puntaje y representó con orgullo a su delegación, por
lo que dijo comprender a los actuales practicantes, ya que “presentarse ante
cientos de espectadores es imponente, pero si se esmeran en su preparación y estudian
con dedicación, la recompensa es enorme, el orgullo imborrable”.
Ella recuerda que aquel día, hace ya 20 años, su
instructor le indicó que realizara ciertos calentamientos, en eso estaba cuando
anunciaron su nombre y al lado de su compañero entró al auditorio entonando la
Canción Mixteca, repentinamente, se percató de que se había quedado afónica
ante tal cantidad de espectadores.
“Fue un sentimiento sorprendente que me paralizó, por más
que intentaba relajarme, el cuerpo y la voz no me respondían, y sin darme
cuenta, ya estaba bailando el Jarabe”, cuenta la bailarina.
Por ello, Barragán Ramírez define con un gran orgullo su
experiencia y no logra comprender el por qué los jóvenes actualmente muestran
apatía y poca preparación durante el proceso de selección.
“Ahora los jóvenes tienen
más ventajas, su profesor ya sabe cómo es el proceso, cómo es la presión, cómo
se deben presentar ante el público”, indica la ex bailarina.
Por último, agrega que en
aquel entonces el profesor “nos daba unas hojas con toda la historia de
Huajuapan, qué representaban los íconos, los aditamentos del vestuario y su
significado, debíamos aprendérnoslo todo y más que eso, sentirlo”, lo cual
según Barragán Ramírez, contrasta con lo que se vive hoy en día.
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