Jairo Garzón Montaño
Opinión
El
próximo 10 de mayo, celebraremos el Día de las Madres con el objetivo de
reconocer una dimensión especial de la mujer “la maternidad”. Estado que es relevante
porque implica un proceso de formación del ser humano que va desde la
concepción, la gestación, el nacimiento y la crianza.
Una
maternidad responsable representa planificación y compromiso, asimismo, una
reflexión sobre las obligaciones y responsabilidades que implica tener un hijo
y las condiciones que se les debe proveer para que se desenvuelvan en un
ambiente seguro y sano para su pleno desarrollo. De igual forma, representa un
una decisión consensuada y una obligación compartida.
En
este contexto, desde tiempos ancestrales la maternidad ha tenido un lugar
preponderante en la sociedad, basta mencionar que en la antigua Grecia se
pensaba en la existencia de una deidad encargada de ayudar a las mujeres en el
parto y los Mayas en creían que las mujeres que morían durante el parto iban a
una morada especial del inframundo.
Esta
percepción ha evolucionado con el paso del tiempo, incorporándole otras
directrices, por ejemplo, en la época colonial seguía siendo un acto sublime
siempre y cuando tuviera lugar dentro del matrimonio; de no ser así a las
madres solteras se les llamaba aventureras, desvergonzadas y hasta suripantas.
De
manera inverosímil, actualmente las madres solteras o mujeres que han dado a
luz fuera del matrimonio, siguen siendo discriminadas, pero cabe mencionar que muchas
de ellas deciden no vivir con su pareja
porque viven bajo contextos de violencia permanente. Esta situación
ha quedado claro según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares, cuyos resultados arrojan que 47.4% de las mujeres unidas y
con hijos padece eventos violentos por parte de su pareja y que la
violencia física tiene una incidencia tres veces mayor entre las mujeres que
tienen hijos (10.9%) ante las que no tienen (2.6%),
Dígase
lo que se diga, existen muchos padres irresponsables que no asumen su
compromiso y que incluso llegan a desconocer la paternidad. Además
de la responsabilidad que tienen las madres solteras de brindar educación,
alimento, protección y lección de vida a sus hijos, éstas se enfrentan a varios
desafíos como la falta de empleos y seguridad social, según el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía, de las 5.3 millones de madres solteras
madres solteras, 3.7 tienen ingresos por trabajo, el 15% de ellas no tienen
ningún ingreso por ninguna vía y sólo
625 mil madres son beneficiadas por programas sociales o becas gubernamentales.
Por lo anterior
es necesario fortalecer los programas y servicios de asistencia social, acceso
al trabajo, seguridad social y vivienda digna como las acciones en materia de
instancias infantiles, comedores comunitarios y seguro de vida para jefas de
familia. Estoy convencido que podemos como sociedad ofrecer más y mejores
condiciones de desarrollo para las madres solteras y sus hijos.
Este 10 de mayo,
es el momento propicio para enaltecer y darle el lugar que les corresponde a
las miles de mujeres que no necesitan a un hombre para sacar adelante a sus
hijos, estas heroínas de la vida real que merecen todo nuestro apoyo para no
decaer en esta noble labor que es el de ser padre y madre. Como sociedad
estamos en deuda con las madres solteras de México; los invito a trabajar por
un México más equitativo en el que esta situación lejos de ser motivo de discriminación,
sea causa de orgullo y reconocimiento.
Twitter:@jairogarzonm
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