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jueves, 9 de abril de 2015

La Lectura para la Transformación Social

Jairo Garzón Montaño
Opinión
Es indiscutible que la lectura promueve un incremento en el desarrollo de las operaciones mentales de los individuos, es decir, el leer fortalece la capacidad de reflexión, análisis, comparación, clasificación y discernimiento. Toda lectura, amplía las habilidades cognitivas en la resolución de conflictos, el razonamiento, la toma de decisiones y el procesamiento de un lenguaje más detallado, preciso y coherente.


Los textos poseen el potencial de generar una conexión emocional si el lector se permite identificarse o generar lazos con los eventos descritos en la historia de los personajes, dicho potencial emocional puede ser útil si de él emanan aprendizajes y nuevas motivaciones, desde este punto de vista, la lectura posee un alcance de transformación social.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, señala que la lectura es también vinculada a una estrecha relación con la posibilidad de aprender y adquirir conocimiento, las cuales son determinantes en la prosperidad de los pueblos ya que  permite la participación social activa, el desarrollo personal y económico.

En este contexto, en nuestro país la Encuesta Nacional de Lectura es un medio útil para tener un referente de la cultura de la lectura en México y constituye un medio útil para la formulación de políticas públicas y programas gubernamentales en la materia. Dicha encuesta cuenta para su elaboración con la colaboración del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Área de Investigación Aplicada y Opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Secretaría de Educación Pública y el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe.

En este mecanismo, además de exponerse datos todos interesantes acerca de los patrones de lectura de los mexicanos que varían según la edad, escolaridad, nivel socioeconómico y el tipo de localidad en la que se vive; se menciona que en nuestro país el promedio de libros leídos en el año es de 2.9, con cifras superiores para los jóvenes de 18 a 22 años, los mexicanos con educación universitaria y los de niveles socioeconómicos medio alto y alto, por lo que se puede inferir que  la lectura está más asociada a la juventud y a la oportunidad de recursos económicos. Por otro lado, cabe mencionar que ver la televisión,  hacer uso de internet, descansar y reunirse con amigos o familiares son de las acciones preferidas por los mexicanos en tiempo libre antes que leer.

Considerando que México es un país de pocos lectores y que cada mexicano lee en promedio 2.9 libros , la Ley para el Fomento de la Lectura y el Libro y la creación del Consejo Nacional de Fomento para el Libro y la Lectura son útiles para reducir la problemática al fomentar la difusión y la promoción de la lectura, pretendiendo facilitar el acceso equitativo y la disponibilidad del material; sin embargo, se requiere más allá de una cobertura amplia y de la promoción de los libros en nuestro país, se requiere de una lectura que contribuya a  generar personas críticas de su realidad y capaces de transformar su contexto en pro de una sociedad más democrática.

No tengo duda, sí leemos más, tendremos más posibilidades de transformar nuestra realidad y convertir a nuestro país en uno más justo y equitativo, por ello, gobierno y sociedad debemos hacer todo lo necesario para ser una sociedad informada, lectora y consiente del momento en el que vivimos, para hacer de los libros nuestros mejores aliados, es decir, nuestros mejores amigos. Los oaxaqueños y mexicanos lo merecemos.

Twitter:@jairogarzonm


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